La sorprendente relación entre la salud bucal y el cerebro
Cada vez hay más evidencias que vinculan la salud oral con el funcionamiento del cerebro. Un nuevo estudio realizado en Japón ha reforzado esta conexión, sugiriendo que problemas como la pérdida de dientes y la enfermedad periodontal pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer, los accidentes cerebrovasculares y otras formas de demencia.
¿Cómo afecta la salud bucal al cerebro?
El estudio japonés descubrió que la pérdida de dientes y la enfermedad de las encías están relacionadas con una rápida atrofia del hipocampo, la región del cerebro responsable de la memoria, el aprendizaje y las emociones. Esta información es crucial, ya que el deterioro del hipocampo es una de las primeras señales de la enfermedad de Alzheimer.
Estos hallazgos refuerzan estudios previos. En marzo de este año, una investigación en EE.UU. con más de 40,000 adultos concluyó que una mala salud oral es un factor de riesgo clave para el ictus y la demencia. Además, una revisión de estudios en 2019 advirtió que la conexión entre la salud oral y el deterioro cognitivo no puede ser subestimada.
La importancia de mantener dientes sanos
El Dr. Satoshi Yamaguchi, autor principal del estudio japonés, señaló que "preservar dientes sanos sin enfermedad periodontal podría ayudar a proteger la salud del cerebro". Esto significa que no basta con conservar los dientes; también es esencial mantener las encías libres de infecciones para evitar problemas en el cerebro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la enfermedad periodontal severa afecta a aproximadamente el 19% de la población adulta mundial, es decir, más de mil millones de personas podrían estar en riesgo de deterioro cognitivo debido a su salud bucodental.
Una relación bidireccional: demencia y salud oral
Los expertos han descubierto que esta relación es bidireccional: el deterioro cognitivo también puede afectar negativamente la higiene bucal. Las personas con enfermedades como el Alzheimer pueden olvidar cepillarse los dientes o tener dificultades para acudir al dentista, lo que agrava su situación.
Para evitar este círculo vicioso, es vital que las familias, cuidadores y profesionales de la salud intervengan a tiempo. La promoción de hábitos saludables, como el cepillado regular, el uso de hilo dental y visitas periódicas al dentista, puede marcar una gran diferencia.
¿Qué medidas se pueden tomar?
Para prevenir el impacto de la mala salud bucodental en el cerebro, se pueden tomar varias medidas:
- Visitas regulares al dentista: Ayudan a detectar y tratar problemas a tiempo.
- Uso de tecnología: Recordatorios en el teléfono o el uso de cepillos eléctricos pueden facilitar la higiene oral en personas con deterioro cognitivo.
- Masticar chicle sin azúcar: Puede ayudar a reducir la acumulación de placa entre cepillados.
- Dietas saludables: Reducir el consumo de azúcares y alimentos ultraprocesados protege tanto la salud bucal como cerebral.
Conclusión
La relación entre la salud oral y la salud cerebral es una realidad que no podemos ignorar. Cuidar de nuestros dientes y encías no solo previene caries y enfermedades periodontales, sino que también podría ayudarnos a preservar nuestra memoria y funciones cognitivas con el paso del tiempo.
A medida que la investigación avanza, los profesionales de la salud deben reforzar la importancia de la higiene bucodental en la prevención de enfermedades neurodegenerativas. La clave está en la prevención, y un pequeño esfuerzo diario puede marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida futura.